miércoles, 30 de mayo de 2012

Visita al Museo del Chocolate

Con un estilo colonial y una manta rosa mexicano nos recibe el denominado “MUCHO”, Museo del chocolate, que abrió sus puertas en éste 2012; ubicado en Milán 45 en la Colonia Juárez, México, D.F. El inmueble recibe a los visitantes sábados y domingos en un horario de 11 a 17 horas y cuenta con visitas pausadas entre semana.

Ingresar al “MUCHO” implica disfrutar desde que se cruza la puerta al ser recibidos por el rey de cacahuate en la esquina opuesta a la taquilla.

Al entrar al museo, que se encuentra en el segundo piso del recinto, se inicia el recorrido con una introducción al chocolate con una sección interactiva que nos invita a romper las reglas al mero estilo del “Museo del niño” en donde todo se puede tocar.

Con salas que van desde la historia del cacao y el chocolate hasta exposiciones de esculturas hechas completamente del delicioso manjar o cuartos recubiertos del mismo, no hay momento en que no se este cautivado por alguna de las atracciones del lugar.

Al finalizar el recorrido por el museo, no se puede olvidar el pasar a la tienda de recuerdos donde venden libros, playeras, juguetes y por supuesto diversos tipos de chocolate.

Para cerrar con broche de oro se tiene que visitar la cafetería, quizá mejor nombrada chocolatería para conseguir un delicioso chocolate caliente que puedes acompañar con los diferentes tipos de antojos hechos a base de este producto, siendo digna de mencionar su salsa de frutos del bosque que con un toque acido hace un maridaje armonioso y fresco en la boca.

Y al retirarnos del recinto, después de una breve inmersión en la cultura de tan maravilloso ejemplar, se despiden de nosotros con una barra de cortesía para que el antojo nos invite a regresar.


Reseña elaborada por Luis Alberto Castañeda Ruíz de Cabañas 
Alumno del 6to Semestre del Campus Lomas Verdes

jueves, 24 de mayo de 2012

Galletas Springerle

Springerle o Anisbrötl, son galletas de anís típicas de Suabia y de regiones aledañas como Alsacia, Baden, Franconia y Suiza, anteriormente se hacían también en alguna región de la hoy República Checa.



La técnica consiste en  tener una masa consistente que se presiona contra los moldes que pueden tener cualquier tipo de decoración, originalmente tenían imágenes de religiosas y después se fueron agregando imágenes de cuentos o fabulas y de la misma vida cotidiana de esa época. Después la masa se desmolda y se deja en reposo por 24 horas aproximadamente para que la masa se seque.

Posteriormente la masa se hornea, es en este paso donde la masa desarrolla una de sus características: su base o pie, haciendo que tenga volúmen dando lugar a nuestras galletas con relieve.

Esta tradición de decorar  galletas data de entre del siglo XIV y el siglo XVII, en la que los primeros moldes eran de arcilla, piedra o latón. Artesanos le daban forma a estos moldes tallándolos y cuidando todos los detalles, haciéndolo de una manera muy fina.

Más adelante -por el siglo XIX- fueron apareciendo moldes de madera de peral, que es de un material más duro y no se astilla. Debido a que estos moldes ya son muy escasos, ahora encontramos de manera más común reproducciones de estos moldes en resina que duran más.

Las Springerle son una tradición navideña en Babaría y Austria, con ellas muchos arboles de navidad son adornados cada año.

Esta es una tradición que se ha ido heredando de generación en generación, ya que los abuelos recibieron las rectas y los moldes de madera y los van entregando a sus hijos y después a sus nietos para continuar con la historia de estas galletas tan peculiares.













Gerardo Mendoza Romero
Chef de Producción Campus Lomas Verdes

viernes, 11 de mayo de 2012

Cata Vino D'Poncelis

El pasado miércoles 9 de mayo estuve en la presentación del vino D Poncelis, de los prestigiados Sommeliers Pedro Poncelis Jr. y Don Pedro Poncelis Brambilia, y definitivamente fue una grata sorpresa degustar este vino de autor elaborado y comercializado por estos dos sommeliers tan importantes en la industria del vino en México, y que con solo llevar su nombre, es símbolo de garantía y calidad.

Escuchar a Don Pedro hablar de su proyecto enológico, sin duda alguna es fascinante para aquellos que nos dedicamos a la industria de esta bebida, ya sea por profesión, o bien simplemente por placer y afición al tema.

La presentación inició con la explicación de la elaboración del vino, desde las cualidades de la región del Valle de Guadalupe y de San Vicente, las características de la planta y tipo de uva, su proceso de elaboración en bodega, embotellado, etiquetado y almacenaje para su comercialización posterior, hasta aspectos económicos como los costos, impuestos, precio de venta y trámites legales para poder venderlo y posicionarlo en el mercado.

Después de escuchar a Don Pedro y su explicación continuamos con la cata, misma que dejó en los asistentes una grata impresión al ser un vino con un aroma elegante y de atractiva expresión, muy bien integrado en su fruta y madera, y con toques ligeramente especiados y tostados, además de gozar de un buen balance, gusto seco, taninos finos y larga permanencia.

Es un vino para disfrutarse, y sin duda alguna refleja el modo, estilo y pasión en su máxima expresión que Don Pedro y su hijo tienen por el vino, y en especial por el mexicano.












Denisse Jiménez Portnoy
Coordinadora de Prácticas Profesionales y Titulación



miércoles, 9 de mayo de 2012

Comida Chatarra

Es bien sabido que la mayoría de los mexicanos prefieren alimentarse de tortas, hamburguesas, tacos, hot dogs, nachos con queso y todo lo relacionado con la famosa comida chatarra.

La comida chatarra es una alimentación que se usa para describir los alimentos con poca cantidad de los nutrientes que el cuerpo necesita y con un alto contenido de grasa, azúcar y sal, elementos que el cuerpo puede obtener en exceso con mucha facilidad.

El problema es que con pocas o nada de proteínas, vitaminas, minerales y fibras, las creaciones chatarra no sólo no nutren sino que, además, incorporan una larga lista de aditivos químicos que estabilizan, conservan y engañan el paladar y la vista.

También se le llama alimento basura pues la proporción de nutrientes que ofrecen pensados para gustar y vender no es la adecuada, ya que liberan mucha energía, debido a su alta proporción de carbohidratos (Hidratos de Carbono, glúcidos o almidones) que aportan escasos nutrientes, proteínas, vitaminas y lípidos de alto valor nutritivo. Sí, nadie dice que la comida chatarra no sea deliciosa, pero la gente debe ponerse a pensar el daño que le hace ingerirla en exceso e inclusive, hacerla parte de su alimentación habitual.

La gente que consume comida chatarra daña mucho su apariencia física porque su cuerpo empieza a sentir cambios en la cadera, piernas, abdomen; que son los lugares en los que más se concentra la grasa que se genera por llevar este tipo de alimentación. Ya en términos de salud, el alto contenido de polisacáridos de fácil digestión que tienen en estos alimentos, provoca un alza en el nivel de glucosa en sangre, generando una satisfacción momentánea de la sensación de hambre, misma que no perdura mucho tiempo, porque al poco rato de haberla consumido, regresa la sensación de hambre.

En la vida de un individuo puede decirse que una porción de comida chatarra dos o tres veces a la semana no guarda relación con un posible deterioro de la salud, pero en los números que arrojan estadísticas de la Secretaría de Salud, se revela que los alimentos chatarra consumidos en exceso, provocan obesidad en niños y adultos. Todos saben que la comida chatarra no es buena, sin embargo, la siguen consumiendo.

Pero además de los daños físicos y de salud que provoca la comida chatarra, investigadores de la Universidad de Maryland han encontrado una relación entre la depresión y la comida rápida. En dicha investigación, las mujeres con síntomas depresivos se alimentaban de comida rápida más a menudo que las mujeres que no tenían síntomas de depresión.

Este tema podría llevarnos varias líneas más, pero sólo busca hacer conciencia de que los seres vivos deben llevar una alimentación saludable para poder gozar de buena salud, de bonito aspecto y de un muy buen humor.

No se pretende que la gente deje de comer alimentos chatarra, sino que los consuma con medida y sobretodo, que no los haga parte de su alimentación habitual, porque si lo hace, sólo tendrá los problemas descritos con anterioridad. No hay que dejar de comer, sino hay que aprender a hacerlo.













Mary Paz Martínez Krausse
Chef de Cocinas de Aprendizaje